¡Oh gloriosa Santa Ana
que estas llena de compasión por
quienes te invocan y
de amor por los que sufren!
Agobiado con el peso de mis problemas,
me postro a tus pies y humildemente
te ruego que tomes a tu especial
cuidado esta intención mía.
(Hacer tu Petición)
Por favor, recomiéndala a tu hija,
Santa María, y deposítala ante el trono de Jesús,
de manera que El pueda llevarlo
a una feliz resolución.
Continúa intercediendo por mí hasta
que mi petición sea concedida.
Por encima de todo,
obtenme la gracia de que un día pueda
ver a Dios cara a cara para que contigo,
la Virgen y todos los santos
pueda alabarle y bendecirle por toda la eternidad.
Amén.
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