¡Oh, San Maximiliano María Kolbe!
Fiel seguidor de San Francisco de Asís,
Y proclamado protector de este nuestro difícil siglo,
Tú que encendido en el amor de Dios
Viviste practicando las virtudes más heroicas
Y con ardor luchaste contra las injusticias,
Contra los males, confusiones, y desvíos,
Y proclamaste con fuerza, y valor,
La supremacía de la verdad, y del amor,
Sobre el error y el odio,
Vuelve tú mirada a nosotros, tus devotos,
Que confiamos en tu intercesión.
Tú que, irradiado por la luz de la Virgen Inmaculada,
Atrajisteis innumerables almas
Hacia los ideales de santidad,
Llamándoles a toda forma de apostolado Para el triunfo del bien
Y la propagación del Reino de Dios,
Obtennos la luz y la fuerza para obrar el bien
Atrayendo muchas almas al amor de Cristo.
Tú que, en perfecta imitación del divino Salvador,
Has alcanzado tan alto grado de caridad para ofrecer,
En sublime testimonio de amor,
Tu vida para salvar la de un hermano prisionero;
Tú que pusiste todo tu afán y empeño
En luchar contra los males que afectan a nuestro tiempo,
Intercede ante el señor para que consigamos la gracia
Que confiadamente te pedimos:
(Hacer Aquí su Petición Con Mucha Fe)
Y, animados por el mismo ardor de caridad,
Podamos también nosotros con la fe y las obras,
Dar testimonio de cristo ante nuestros hermanos,
Para alcanzar junto a ti,
La posesión beatificante de Dios
En la luz de la Gloria Eterna.
Amén.
Hacer esta oración por tres días seguidos,
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
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